Todos sabemos que Inma Cuesta es una belleza racial española. Guapa, morena, curvilinea... En fin, deliciosa de fotografiar por cualquiera en el mundillo.
El día que salió la polémica, decidí preguntar en mi página de Facebook lo que opinaban mis seguidores sobre el debate que surgió tras la publicación por parte de Inma Cuesta, en su Instagram, de una crítica destructiva contra quien realizó el retoque de una sesión en la que ella posaba como maniquí.
El texto y la foto de la discordia los he adjuntado en esta entrada, en la parte superior. Leedlo con atención por que no tiene desperdicio.
Resumiendo, una muy enfadada Inma Cuesta dice verse y no reconocerse. Y crítica duramente el retoque realizado por un profesional que posiblemente seguía instrucciones de alguien (Por que los fotógrafos salvo cuando es un trabajo personal, señores, no podemos hacer lo que nos de la gana, al menos que tu nombre sea más importante que el de la publicación)
Vamos, que la preciosa Inma Cuesta se marcó un discurso a favor de las mujeres reales y en contra de los cánones de belleza de nuestra enferma sociedad. Hasta aquí todo bien, salvo por la hipocresía que destila el texto de la actriz de Águila Roja.
Es evidente que la belleza de Inma es incuestionable. Que no necesita ningún tipo de retoque fotográfico. Ella es actriz y no modelo. Sus curvas están en su sitio, sus carnes son prietas y sus facciones ideales.
No voy a entrar en el debate de donde sacó la foto original para comparar con el post-edición. Aunque esta claro que nos ha mentido diciendo que es una foto a la pantalla de la cámara del fotógrafo. Podéis probar a sacar una foto a una pantalla de un móvil, de ordenador, de una cámara y decirme si se ve con la nitidez y sin las famosas rayitas y grano que sale al sacar una foto a cualquier pantalla.
Lo que no entiendo es por que Inma Cuesta critica esta foto y no las demás sesiones que le han hecho. En esta habla de que es demasiado. Si, claro... Osa a decir demasiado pecando de ser una figura pública y que con tirar de hemeroteca ya se desmonta tanta hipocresía y falsedad por su parte.
Aparte de fotógrafa y retocadora, soy cotilla. Entré en Internet teniendo fe en su discurso. Y resulta que esta foto que tanto ha criticado y por la que tanto se le ha alabado su gesto de humildad (por mi parte no) es la que menos retoque tiene de todas.
Y es que resulta Inma que a ti te cuesta reconocerte en esa foto, pero a mi me cuesta reconocerte en la foto original de la costumbre que tengo de verte ultraretocada.
(¿Penelope Cruz? No, Inma Cuesta.)
En todas las fotos se te ha quitado una o dos tallas, se te ha marcado cintura, se le ha dado fuerza a tus clavículas y se te han afinado brazos y piernas. Se te han abultado y levantado los pechos. Se te ha dado brillo a tu cabello y se te ha puesto un tono uniforme. En algunas se te ha alargado. En todas se te ha trabajado la piel de porcelana, las luces y las sombras. Se te ha trabajado la profundidad de tu mirada y hasta se te han aclarado los ojos.
Y con esto no estoy criticando el trabajo de los magníficos fotógrafos y retocadores que han hecho estas sesiones contigo. Tampoco discuto tu gran belleza y tu forma de posar. Crítico tu hipocresía al atacar el trabajo de un profesional, que pudo haberlo hecho mejor o peor, pero lo hizo lo mejor que pudo para contentar a quién le pagó por él. Tus palabras desprestigian, hieren y mienten.
El Photoshop es una gran herramienta para conseguir el resultado deseado. En una sesión de fotos de moda el Photoshop juega un papel importante, al igual que peluquería, vestuario y maquillaje. Por que si se quiere naturalidad no se usa ninguna de las 4. Ya que a veces el maquillaje y la peluquería cambia más a una persona que el Photoshop. (De esto las mujeres sabemos un poco)
Los cánones de belleza son una mierda. Y lo sabemos. Pero dar un discurso sobre ellos con información falsa, no gracias. Aprovecharte de un debate que existe desde hace tiempo, para meterte con el trabajo de profesionales no te lo compro, tampoco.
Te recuerdo, Inma, que vives de una industria que, lamentablemente, a las mujeres a partir de cierta edad las retira del mercado. La cámara fotográfica gusta de la arruga, de los kilos de más y de lo no tan bello. El StarSystem del cine no. El cine es más cruel con su botox que la fotografía con su photoshop. Esa industria cambia la tableta por camilla y el lápiz por bisturí. Es triste pero posible, que pases de ser la mas deseada a la olvidada en cuanto caigan unos años en ti.
Como último, mostrar en público el trabajo sin terminar de un fotógrafo sin su consentimiento es tan malo como enseñar metidas de pata en tus rodajes, sin tu aprobación. Humillar el trabajo de nadie es divertido, aunque te llames Inma Cuesta y ganes mucho dinero.
Actriz, modelo, cuerpazo, belleza y humana. Y como los humanos nos equivocamos, puedo decirte que tu como humana te has equivocado.
P.d: tu cuello no ha sido alargado. Solo despejado de tu cabello y con eso ya se crea un efecto de esbelto.
